Pueblos de venezuela

Pueblos de Venezuela visitados por nuestro equipo viajero

Maracaibo

1. Descripción.
Maracaibo es la capital del Estado Zulia, la ciudad más grande del país después del área metropolitana de Caracas. Ubicada a orillas del Lago de Maracaibo en la región nor-occidental de Venezuela y marcada por sus brillantes días y altas temperaturas, tanto así que Rafael María Baralt en uno de sus poemas la llamó Tierra del Sol Amada.  Es también mi ciudad y como anfitrión trataré de guiarlos por los lugares más resaltantes en una especie de City Tour virtual.

Comenzaré por el centro de la ciudad, para luego ir a lo largo de las principales calles y avenidas. Entonces sin más: ¡Bienvenidos a Maracaibo!

1.1. Casco central.

1.1.1. Plaza Bolívar.
Normalmente conocido como «El Centro» es donde se concentran la mayoría de los lugres históricos de la ciudad. Comenzaré el recorrido por la Plaza Bolívar (foto A1). Desde la colonia y hasta bien entrado el siglo XIX era prácticamente un lugar entre edificios administrativos y se llamaba San Sebastián (1). Venancio Pulgar, quien gobernó al Zulia entre 1870 y 1874 ordenó la construcción de la plaza al estilo de la Plaza de La Concordia en París y así fue llamada esta plaza, inaugurada en 1873. Un dato interesante es que el diseño de la plaza fue de Carmelo Fernández quien fuera el autor del perfil de Simón Bolívar de las monedas.  Las cuatro estatuas alegóricas de estilo clásico, colocadas desde la época en que se llamaba Plaza de La Concordia, fueron traídas de Alemania y le dan un toque clásico europeo. Nuestra plaza de la Concordia estaba rodeada de unas cercas de hierro y era octogonal. El primero de enero de 1905 se inaugura la estatua ecuestre realizada por el escultor Eloy Palacios y desde entonces se conoce como Plaza Bolívar. En 1929, durante el gobierno de Vicencio Pérez Soto, fueron retiradas las barandas de hierro, algunas de las cuales fueron instaladas en la Plaza del Buen Maestro. En 1973 es remodelada para conmemorar los 150 años de la Batalla Naval del Lago.
Hacia el sur de la Plaza está el edificio sede de la Alcaldía de Maracaibo y la subsede del Banco Central de Venezuela inaugurado en 1976, tienen una arquitectura moderna, que en mi opinión hace mucho contraste con las construcciones clásicas de los alrededores (foto A2).


1.1.2. Catedral de Maracaibo.
Al este está la Catedral de Maracaibo (foto A3), su nombre completo es Santa Iglesia Metropolitana Catedral de los Bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. Originalmente era una pequeña ermita, pero los primeros muros del templo se comenzaron a construir en 1595. En 1600 la iglesia fue dedicada a los apóstoles Pedro y Pablo, en 1650 se concluyeron las tres naves y la torre. Fue visitada por el obispo viajero Mariano Martí en 1774. Durante los primeros años del siglo XIX fue reconstruida y en 1813 fue elevada a Catedral de la diócesis de Mérida de Maracaibo por el Obispo Lasso de La Vega al ser trasladada la sede episcopal de Mérida a Maracaibo. En 1821 esta sede regresó a Mérida, y no fue sino hasta 1897 cuando el papa León XIII nombra a un obispo para Maracaibo, Monseñor Francisco Marvez. En el lado norte de la iglesia hay un busto del obispo Marvez colocado en 1996 por el entonces Alcalde de la ciudad, Manuel Rosales y el Arzobispo Ramón Ovidio Pérez. En 1965 fue declarada como arquidiócesis, pero dado su estado fue cerrada por reparaciones por un período de siete años, desde 1971 a 1978.
En el interior se encuentra el famoso Cristo Negro de Gibraltar traído a esta ciudad después de un feroz ataque de los indios en el año 1600. Pero lo que siempre me llamó la atención desde que era niño es el corazón del segundo obispo de Maracaibo, está ubicado en un nicho con un marco como de bronce y protegido por un vidrio. El texto explicativo dice Aquí guarda la Diócesis del Zulia el corazón de Monseñor Dr. Arturo Celestino Álvarez, su segundo obispo. Muerto en Calabozo el 8 de enero de 1952. Pertransiit Benefaciendo. Este latinazo significa «pasó obrando el bien», tal como San Pedro le dijo al Centurión Cornelio. No me acuerdo si cuando lo vi en los años 60, estaba todavía el corazón entero, tengo una vaga idea que así era, pero lo cierto es que ahora está deshecho, como arena, en un recipiente cuadrado de vidrio transparente.

1.1.3. Palacio Legislativo, Palacio de Gobierno.
En la esquina nor-este, diagonal a la Catedral, en la Calle Venezuela, está el magnífico Palacio Legislativo del Zulia (foto A4) y a un lado el llamado «Palacio de las Águilas» (foto A5), con este edificio pasa un fenómeno parecido al Pico Águila en la carretera Transandina de Mérida, lo llaman así por la escultura del ave, que en realidad son cóndores, pero para la gente es más fácil decir «águila», en todo caso, el verdadero nombre es Palacio de Gobierno, la placa de mármol colocada a la entrada por la Gobernación y el Acervo Histórico del Zulia dice Palacio de Gobierno. 1876. Conocido por el Palacio de las Águilas o Cóndores, construido durante la presidencia del General Jorge Sutherland. Se comenzó a construir en 1941, los cóndores, realizados por el artista Hermes Romero (Romis), se instalaron en 1927 y en 1928 se reinauguró. Por cierto, en 1979 la artista Lía Bermúdez las reconstruyó a partir de moldes hechos con las figuras originales que ya estaban dañadas.

1.1.4. Casa de La Capitulación.
Frente a la esquina nor-oeste de la Plaza Bolívar y al lado del Palacio de Gobierno se encuentra la Casa de Morales o la Casa de la Capitulación (foto A6), la placa en la pared frontal dice Casa de la Capitulación (siglo XVIII). Residencia habitual de los gobernadores españoles y escenario de la firma del Tratado de la Capitulación, tras la derrota de los realistas por los patriotas en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo en 1823. Otra placa, más antigua dice El 3 de agosto de 1823, el General español Francisco Tomás Morales, firmó en esta casa, la Capitulación que Selló la Independencia de la Gran Colombia. Erigida en honor del Almirante José Padilla, por la «Junta Centenario de la Batalla Naval de Maracaibo en 1823. 24 de julio de 1923.

1.1.5. Teatro Baralt. En el cruce entre la avenida Urdaneta y la Calle Venezuela, a un lado de la Casa de la Capitulación está el imponente Teatro Baralt (foto A7). El edificio original fue construido en 1840, funcionó 25 años y no fue sino hasta 1877 cuando el para entonces presidente del Zulia, Rafael Parra decretara la construcción de un nuevo Teatro Baralt. El principal promotor de la idea fue la Sociedad de la Unión y la Sociedad Dramática de Aficionados entre otras agrupaciones culturales. Finalmente, el 24 de julio de 1883, conmemorando el centenario del natalicio de Simón Bolívar, se inaugura el Nuevo Teatro Baralt con capacidad para 250 espectadores. Con los años se planteó la construcción de un nuevo teatro y bajo el gobierno de Vicencio Pérez Soto, se ordena la demolición del antiguo teatro y se le encarga al ingeniero belga León Achiel Jerome Hoet los trabajos el levantamiento de un nuevo edificio, el cual se reinaugura el 19 de diciembre de 1932. Este nuevo Teatro Baralt contaba con una capacidad de 900 espectadores y su estilo se asemeja a la estación central de ferrocarriles de Amberes, Bélgica. Nuevamente comienza a deteriorarse con el tiempo y la falta de mantenimiento adecuado, y por tanto es cerrado para comenzar una rigurosa restauración que duró 13 años, hasta que finalmente el 18 de julio de 1998 devolviéndole su esplendor original. En 1981 el teatro fue declarado Monumento Histórico Nacional.
Entre los espectáculos que tuvieron lugar en el teatro en todas sus épocas podemos citar: 1886 Presentación de la pianista Teresa Carreño. 1896 Luis Miguel Méndez presenta unos videos hechos con el vitascopio, un invento de Thomas A. Edison, siendo la primera vez que en Venezuela se proyectan imágenes cinematográficas. El técnico fue Manuel Trujillo Durán. 1897 Muchachas bañándose en el Lago y Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa, que fueron los primeros cortometrajes hechos en el país. 1935 Primer concierto de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo. 1935 Gardel canta en el Teatro. 1943 Presentación de Cantinflas (2).

1.1.6. Plaza Baralt.
Desde el Teatro Baralt, bajando por la Avenida 5 (Urdaneta) y cruzando a la derecha en la Calle 96 (Ciencias), adentrándonos por los puestos de vendedores informales cruzamos ahora a la izquierda para pasar por un lado de El Convento  (foto A9) y así llegar a la Plaza Baralt.
El monumento a Rafael María Baralt (foto A8) se comenzó a construir en 1883 cuando se colocó la primera piedra, pero no fue sino hasta el 28 de octubre de 1888 cuando se inauguró. La estatua del ilustre zuliano, colocada frente a la Iglesia de San Francisco o El Convento, como popularmente se le conoce está colocada sobre un gran pedestal que eleva la obra escultórica, y por la postura que tiene, parece que estuviera dando muy pacientemente una clase a su pueblo (tiene una pluma en su mano). La placa frontal colocada en la base dice Rafael M. Barlat. La Sociedad Baralt en representación del Zulia. Este escritor zuliano nació en Maracaibo el 3 de julio de 1810 y murió en Madrid el 4 de enero de 1860. Fue el primer hispanoamericano en ser nombrado individuo de número de la Real Academia de la Lengua Española. Fue él el autor de la frase Maracaibo, tierra del Sol Amada, que es uno de los versos de su poema Adiós a la Patria.
Ya desde los inicios de la ciudad, este era el sitio más concurrido, el corazón del comercio, como una Times Square de Nueva York o un Picadilly Circus de Londres. ¡Hasta había una pizarra donde se escribían las principales noticias del día! Aquí podemos encontrar cientos de vendedores informales que ofrecen una gran variedad de productos, especialmente ropa y objetos para el hogar. Gente va y viene con sus bolsas, se escucha el lenguaje maracucho en todo su esplendor cuando los clientes regatean con los comerciantes los precios de las mercancías, ingeniosos piropos de los galanes a las muchachas que rebuscan aquí y allá las prendas de vestir o productos de belleza. Hombres discutiendo sobre los últimos acontecimientos de la política y los deportes, niños pidiendo que les compren el juguete de moda y todo bajo un intenso sol. Siempre que voy por allí me imagino a los vendedores de esclavos de los siglos XVI y XVII y a los piratas que luego de atacar a Gibraltar y Maracaibo se repartían el botín en la plaza. Por supuesto, la plaza ya existía antes de que naciera Baralt, cuando el lugar se llamaba Plaza de San Francisco o con el pintoresco nombre de Plaza de La Conversación. Allí comenzaba la Calle Colón y convergían los tranvías que llegaban de Los Haticos y El Milagro.

1.1.7. El Convento.
Construido por la Orden de los Franciscanos entre 1669 y 1730, está ubicado en uno de los sitios más céntricos de la Maracaibo de antaño. Es interesante el dato de que por muchos años las aguas de Lago llegaban hasta donde se encuentra hoy la estatua de Baralt. Tiene su iglesia dedicda a San Francisco de Asís (foto A9), fundador de la Orden. En 1821 el Gobierno de la Gran Colombia emite un decreto ley mediante el cual son abolidos del  territorio de la República los conventos menores e incautadas sus propiedades que pasan a la dotación de colegios y casas de educación de las respectivas provincias. Pero en el año de 1828, El Libertador deroga el decreto de 1821 y rehabilita las posesiones y actividades misionales en aquellos conventos que no se estén utilizando como como centros educativos u hospitales. Sin embargo, para 1836 sólo queda Fray José María Alvarado quien además terminar secularizándose terminando así con la presencia de más de 200 años de los capuchinos en Maracaibo.
En 1839 el Gobierno lo declara como Colegio Nacional quedando así el templo separado a cargo de un capellán. En 1884 El Convento es reconstruido y en 1891 se convierte en la sede de la Universidad del Zulia, que comienza sus funciones el 16 de septiembre de ese año. En 1903 Cipriano Castro ordena el cierre de la Universidad porque había exceso de médicos y abogados en la república y el que firmó la terrible resolución fue Eduardo Blanco, el autor de Venezuela Heróica (2). En 1908 frailes menores franciscanos reconstruyeron y modernizaron la iglesia, modificaron la fachada y construyeron una nueva torre, trabajos dirigidos por el ingeniero zuliano Aurelio Beroes. Anños después las instalaciones del Convento sirvieron de sede de muchas organizaciones civiles y sindacales. La ermita, construida a un lado del Convento, sirvió como Oficina de Correos, Registro Subalterno del para entonces Distrito Maracaibo, depósito de materiales del Gobierno, sede del Colegio de Abogados y finalmente arrendada a empresas comerciales (3). Sólo una vez entré a esta ermita, en los años 80, cuando funcionaba una librería de libros usados atendida por su dueño, un librero de origen ruso llamado Valentín. Actualmente siempre la veo cerrada, queda pendiente averiguar si se usa para algo.
Entrar al templo es como trasladarse en el tiempo, cualquier tiempo, en mi caso, a la época de mi niñez, cuando al menos un par de veces mi padre me llevó a conocerlo. Me llamó mucho la atención la imagen de San Francisco de Paula está rodeado por unas rejas doradas.

1.1.8. Botica Nueva.
De los varios edificios clásicos ubicados en las cercanías de la Plaza Baralt resalta el que fuera la sede de la Botica Nueva (foto A8). Considerdo como el primer rascacielos de Maracaibo, la primera piedra fue colocada el 12 de diciembre de 1923 en el sitio que una vez ocupara la casona colonial que en una época sirvió de residencia del General Rafael Urdaneta y donde luego funcionara el Gran Hotel Italia. Se inauguró el 21 de junio de 1925. Tiene cuatro pisos y fue el primero en Venezuela en tener ascensores uno para cargas y otro para personas. Pero quizás lo más impactante para muchos sean los dos atlas a los que los marabinos llamaron «sansones» (foto A10), éstos pesan 2500 kilos, están hechos de mármol y fueron traídos de Italia. La farmacia, que no solamente vendía medicinas, sino también víveres y artículos para el hogar, originalmente perteneció al ilustre médico Manuel Dagnino, fundador en 1865 del Hospital Chiquinquirá. Luego pasó a la empresa MA Belloso & Hermanos, de allí el nombre de Botica Nueva, fundada en 1908 (4). Me cuenta mi hermana, que nuestra abuela le dijo que la llegada de los altas fue un evento de mucha relevancia en la ciudad. La verdad es que estos atlas (mal llamados «atlantes») se han convertido en un de los símbolos de la ciudad, son impresionantes y es difícil que cualquier persona que pase con una cámara fotográfica se resista a tomarle fotos!.

1.1.9. Hotel Victoria, Tito Abbo y Casa Mac Gregor.
Caminando desde la Botica Nueva, hacia el sur, se atraviesa por toda la zona comercial, en los alrededores se observan otros edificios clásicos, en parte ocultos por los puestos de vendedores informales o buhoneros que congestionan el área (fotos A11, A12 y A13). En la foto A12 se observa uno de éstos con un magnífico balcón de madera. Hay que caminar mirando para todas partes en la búsqueda de detalles que podrían pasar sin ser vistos por el observador descuidado.
Un poco antes de llegar a la calle 100 (Avenida Libertador), aparece el Hotel Victoria (foto A14), construido en 1940 por el ingeniero José Gilberto Belloso y fue junto al Hotel Granada y el Hotel Detroit de los mejores de la ciudad. Ubicado en el corazón comercial de la ciudad, cerca del puerto y frente al Mercado Principal (hoy Centro de Arte Lía Bermúdez) fue por mucho tiempo una de los mejores opciones de hospedaje de Maracaibo.
Frente al hotel Victoria está el Edificio Tito Abbo (foto A15), con sus extraordinario balcones fue construido en 1939, muy bien conservado hoy. Del otro lado está la llamada Casa Mac Gregor (foto A16), que siempre me ha gustado especialmente por el detalle de las cabecitas de le dios Mercurio sobre los ventanales. Este edificio fue construido en 1892 por una empresa de ingeniería francesa llamada Trocone & Wendt, el inmueble tomó el nombre del promotor de la obra, don Emilio Mac Gregor. Funcionó como una tienda por departamento y la esquina donde está ubicado, entre las Calle 99 (Comercio) y la Avenida 6 (Colón), se convirtió en un centro de referencia muy importante, se llamó «la esquina Mac Gregor». De allí salían los tranvías que iban para Bella vista. En la década de los 70 del siglo XX, un incendio destruyó el interior del edificio, pero se salvaron las paredes exteriores (4).

1.1.10. Antiguo Mercado Principal, Centro de Arte Lía Bermúdez.
El julio de 1927 hubo un gran incendio en el Mercado de Maracaibo que había sido inaugurado en 1886. En 1928 el presidente del estado, Vicencio Pérez Soto, ordenó la construcción de un mercado nuevo, para ello se contrató a la inglesa Richter & Pickis para que trajera desde Londres una estructura metálica y cuyo armado fue confiado al ingeniero belga León Jerome Hoet, el mismo del Teatro Baralt y la Basílica. El nuevo Mercado Principal fue inaugurado el 9 de agosto de 1931 con la bendición del Monseñor Marcos Sergio Godoy (5).  Me acuerdo que uno que otro sábado iba con mis padres a este mercado a comprar víveres y siempre me impactaba al entrar era el fuerte olor a especias, luego era el transitar por los estrechos pasadizos que formaban todo una especie de laberinto entre cientos de puestos de venta de verduras, carnes y demás productos de la dieta del maracucho. El Mercado Principal siguió funcionando hasta la década de los 70 del siglo XX, cuando bajo el primer gobierno de Rafael Caldera se construyó el Mercado de Las Pulgas (1972). El edificio fue recuperado y convertido en 1993 en el Centro de Arte Lía Bermúdez (foto A17), donde hay exposiciones permanentes y temporales de artistas zulianos y nacionales. Además de incluir en sus instalaciones un auditorio adecuado para presentaciones artísticas. El museo está muy bien mantenido y completamente ambientado con acondicionadores de aire, un verdadero oasis de tranquilidad en el bullicioso centro de Maracaibo!.

1.1.11. Ermita de Santa Ana.
Para llegar allí desde el Centro de Arte Lía Bermúdez se puede seguir por la Avenida Libertador en dirección a la Avenida El Milagro o regresar por la Plaza Bolívar y seguir hasta la Calle 94 (Carabobo) y luego en dirección hacia El Milagro.
Lo primero que uno se encuentra es la entrada a la Emergencia del Hospital Central y frente a esa entrada hay una alta columna estriada de capitel corintio sobre la cual hay un busto de una mujer que representa a la Libertad (foto A20), la placa de mármol en la base dice A Rafael Urdaneta en su Primer Centenario. Los Dependientes del Comercio de Maracaibo. 24 de Octubre de 1888. Preferí colocar la foto del detalle del tope de la columna debido a que pocos hemos visto de cerca la parte superior del monumento y el contraste con el azul del cielo y las nubes pasantes, me pareció que sería muy interesante.
A un lado de este monumento está la Ermita de Santa Ana (foto A21).
Para el año del Señor de 1607 ya existía una ermita con paredes de barro y techo de enea y según se dice, los esposos Ortiz del Basto, los fundadores del hospital que con el tiempo sería el Hospital Central de Maracaibo, trajeron de España las imágenes de Santa Ana, San Agustín u altar y varios cuadros al óleo. En 1737 se levantaron nuevas paredes, más resistentes con piedra de ojo y mezcla de cal. La ermita es visitada en 1774 por el obispo viajero Mariano Martí quien hace una descripción e inventario de los objetos que se hallan en la misma. En 1780 se reconstruye la Sacristía y se coloca un nuevo techo de cedro y teja. En 1788 el obispo Juan Ramos de Lora manda a reconstruir la torre (5).
En el frontis de la capilla hay una placa de mármol que dice (en la parte de bronce): El Círculo Artístico del Zulia a los patriotas que se reunieron en este templo en 1812 para conspirar por la independencia de Maracaibo. (En la parte de mármol):  Ellos fueron, Directores: Juan Crisóstomo Villasmil, León Campos, Joaquín Vale, Nicolás Leiba, Dionisio Torres. Cooperadores: Domingo Briceño, Juan Antonio Almarza, Fernando San Just, Diego Melo, Manuel Yépez, Juan Evangelista González, Marcelino Vale, Martín Molero, Juan Mendieta, Tomás Vega, Jacobo Puche, Pedro Lucas y Cenobio Urribarrí, Pedro José, Manuel  y Natividad Villasmil, Antonio María Áñez, Juan Crisóstomo Sánchez, el Patrón Belloso. En una segunda placa, colocada al lado de ésta, dice: Alocución. Patriotas de Maracaibo: La noble empresa de rescatar nuestra bella tierra de la servidumbre en que vegeta, desarrolla sus medios de acción; la luz de la libertad ilumina la frente de los descendientes de Mara, vigorizando su voluntad; marchamos a pasos gigantescos. Pero a medida que la posibilidad de éxito nos alienta, nuestro deber eleva su sagrado carácter i requiere la práctica de austeras virtudes i la más completa abnegación hasta el sacrificio de la vida en la tortura, si fuere necesario. Unión fraternal para que sea positiva la unidad de la acción, desinteresada cooperación, docilidad para ejecutar los mandatos, activa vigilancia, perspicaz recato, profundo sigilo, firme convicción i confianza de alcanzar el triunfo, eso nos demanda, sin prescindencia, el honor i la patria i la seguridad de todos i cada uno. Preparémonos de esta forma para el día solemne que se acerca e invoquemos a Dios. En Maracaibo: a 1 de Marzo de 1812. Los miembros de la Junta Directiva. Estas placas fueron colocadas el 29 de enero de 1912 para conmemorar el llamado «Pronunciamiento de Maracaibo». Fernando San Just, mencionado en una de las placas, era el capellán de Santa Ana. Y el discurso de orden al colocar las placas fue pronunciado por el Dr. Marcial Hernández, quien murió horas después (6).

1.1.12. Hospital Central Dr. Urquinaona.
A un lado de la Ermita de Santa Ana se encuentra el edificio principal del Hospital Central Dr. Urquinaona (foto A22), que celebró sus 400 años en el año 2008, siendo éste el primer hospital de Venezuela. Una de las placas de mármol colocadas en la pared frontal del hospital dice 1608 – 1997 A la memoria de Don Francisco y Doña Inés Ortiz del Basto, fundadores del Hospital de Santa Ana el 26 de julio de 1608, actual Hospital Central Dr. Urquinaona. La institución en salud más antigua de Venezuela, precursor inequívoco de la seguridad social del país. «Es sumamente útil que de vez en cuando se rememore los hechos que han pasado, que se saquen de nuevo a la luz los rasgos de los hombres grandes que nos han precedido y se pongan de manifiesto a las nuevas generaciones». Dr. Adolfo D’Empaire. El 23 de marzo de 1774 el obispo viajero, Mariano Martí, visita el hospital. En 1786 el obispo Lora ordena nuevas ampliaciones. En 1800 cambia de nombre a Hospital de la Caridad. El 7 de octubre de 1856 se reinaugura por el gobernador Roque Rebolledo con una capacidad de 10 camas. El Dr. Antonio José Urquinaona Bracho, quien había nacido en La Cañada en 1823 obtiene el título de Doctor en Derecho Civil en 1854 funda en 1860 el asilo de mendigos que se llamó Casa de La Beneficiencia, la cual en 1866 es trasladada al Hospital de La Caridad. En 1872 muere en Cúcuta el Dr. Urquinaona. Hubo nuevas remodelaciones a las fachadas en 1910 y 1927 con la cual adquiere el aspecto actual. En 1944 se cambia el nombre a Hospital Central Dr. Urquinaona. Para 1945 su capacidad era ya de 280 camas.
En la pared cerca de la esquina que este por la Calle 95 (Venezuela) hay una placa de mármol con un relieve del médico, pero más conocido como poeta, Ildefonso Vásquez (1840-1920). Esta placa contiene el soneto «El Rayo de Luz» que fue escrito por Vásquez, luego de conocer el alegato que dieron los ingleses ante el Tribunal Arbitral de París para que fallara a favor de ellos en el caso de la reclamación de Guayana Esequiva, ellos dijeron que Venezuela tenía costumbres semibárbaras y que carecía de cualidades para civilizar a la Guayana, el soneto dice Rápido mensajero de esos mundos, que reclaman i pueblan el vacío, halla estrecho los ámbitos rotundos, i cabe en una gota de rocío. Es en la luna broche de diamante, por Dios prendido en los nocturnos velos, en la centella siempre rutilante, i en el iris corona de los cielos. En la estrella polar fulgor que salva, en los ensueños claridad que arroba, kaleiodoscopio en el cristal del alba, feliz testigo en la nupcial alcoba. Flecha incendiaria que los nervios crispa, si se dispara de amorosa tea, lampo en el oro en el acero chispa, llama en el sol… i en el cerebro idea. Ildefonso Vásquez. Por cierto hay un detallito, la palabra «lampo» en la placa está escrita así «lanpo».

1.1.13. Palacio Arzobispal.
Se encuentra en la Calle 95 (Venezuela) diagonal al Hospital Central, es la residencia del Arzobispo de Maracaibo (foto A23). Fue declarado Patrimonio Histórico de Maracaibo. En 1985 durante su corta estadía en Maracaibo, el Papa Juan Pablo II se hospeda aquí.

Fecha fotos
12.12.2009

1.2. Área de la Basílica.

1.2.1. Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Desde la Plaza Bolívar se llega a la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá (foto B1) siguiendo hacia el oeste ya sea por la Calle 95 (Ciencias) o por la Calle 96 (Ciencias). Este templo constituye uno de los símbolos de la ciudad construido en el lugar donde se encontraba la ermita de San Juan de Dios, construida en las afueras de la ciudad en 1686. Hasta mediados del siglo XX se sostenía que la fecha de la aparición de la Virgen de Chiquinquirá en Maracaibo, había ocurrido en 1749, pero según investigaciones realizadas por el Hermano lasallista, Nectario María, la fecha debió ser 1709 ya que el gobernador de la Provincia de Maracaibo entre los años de 1712 y 1717 ordenó la construcción de una capilla dedicada a la Virgen de Chiquinquirá en el lugar donde estaba la ermita de San Juan de Dios (8). El templo actual fue consagrado por el Monseñor Marcos Sergio Godoy el 12 de octubre de 1935, obra ordenada por el Presidente del Zulia Vicencio Pérez Soto. El pueblo colaboró con en la recolección de fondos para su construcción y se dice que el mismo Pérez Soto iba por las mañanas y por las tardes a inspeccionar los trabajos de construcción (9). La construcción del templo fue compartido entre los ingenieros Pedro José Rojas y León J. Hoet.
Casi sin temor a equivocarme puedo decir que la Basílica es la edificación más representativa de Maracaibo, y ahora mucho más después de la construcción del magnífico monumento y sus jardines y fuentes en parte de lo que antiguamente era el Paseo Ciencias. Yo tuve la suerte de conocer, cuando era niño el barrio de El Saladillo, completamente lleno de casas típicas con sus grandes ventanales y las estrechas callecitas. La iglesia de Santa Bárbara (foto B11), apenas si se podía ver entre tantas casas. A principios de los años 70 del siglo XX, durante el primer gobierno de Rafael Caldera se derrumbaron las casas para hacer el Paseo Ciencias, y lo que dice la gaita es cierto Se disiparon los muros que antaño las separaban, ellas nunca se miraban, Santa Bárbara y La China, frente a frente están hoy en día y desde San Juan de Dios podéis rezarle a las dos camino a Santa Lucía… Pues la Basílica también estaba entre muchas casas, ¡es difícil imaginárselo ahora!. A ambos lado de la entrada están las estatuas del  y del Monseñor Arturo Celestino Álvarez (1870 – 1952), segundo obispo de Maracaibo, quien consiguió del papa Benedicto XV el decreto de la canónica coronación y la exaltación del templo a Basílica Menor. La otra estatua es del Monseñor Marcos Godoy (1881 -1957), tercer obispo de Maracaibo, siendo él quien coronó a la virgen en 1942. Y en la parte alta, al centro la Virgen, restaurada hace poco (2009) por haberse deteriorado al caerle un rayo, y a ambos lados, San Antonio y San Andrés, los mismos que la acompañan en la imagen de la tablita. La decoración del techo y los frescos son obra del pintor Pablo Castellani, entre ellas está la pintura de la Aparición de la Virgen (foto B4). Se dice que la señora María Cárdenas en 1709 (según otros 1749), se encontraba lavando ropa en las aguas del Lago de Maracaibo cuando se encontró una tablita que pensó podía serle útil para tapar las tinajas de agua, se la llevó a su casa y al poco tiempo comenzó a ver que se aclaraba una imagen de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, de manera que pensó que era conveniente colocarla en una de las paredes. Fue entonces cuando un día vio un gran resplandor que salía del cuadro y se dio cuenta que era un milagro de la Virgen. Cuentan que cuando quisieron llevarla a la Catedral, se puso tan pesada que no la podían mover. Alguien interpretó que la Virgen no quería ir hasta allá, la llevaron entonces a la ermita de San Juan de Dios y le hicieron un mejor templo en el mismo lugar, que ahora ocupa el templo actual. La foto B6 muestra la tablita tal como se ve ahora (enero 2009). Es posible ver de cerca la imagen subiendo por unas escaleras (foto B5), allí se ve la hermosa corona de oro, el marco y algunos detalles que le han colocado, como las coronas de la Virgen y el Niño.
El parque y Monumento a la Virgen (fotos B7, B8 y B9) fue inaugurado el 21 de marzo de 2004 y fue construido al estilo clásico, sus jardines, y fuentes se han mantenido en muy buen estado. Al final se encuentra una escultura que representa el martirio de San Sebastián (foto B10), patrono de Maracaibo. El monumento y sus alrededores fue un diseño del arquitecto iraní Alí Namazí, quien lamentablemente falleció en forma trágica en febrero 2008. Namazí también fue el diseñador del hospital Madre Raffols, la iglesia San Tarcisio, la nueva plaza de Santa Lucía y el Museo de Dios. Me hizo recordar al ingeniero belga León Jerome Hoet (ver Teatro Baralt), tuve la oportunidad de conocer al Sr. Alí Namazí en varias reuniones del Rotary Club de Maracaibo en 2002, cuando se encontraba trabajando en un proyecto para la construcción de un hospital oncológico. Era una persona sumamente amable y de gran sensibilidad social.

1.2.2. Iglesia Santa Bárbara.
Aunque nada tiene que ver con la Virgen de Chiquinquirá, después de la plazoleta San Sebastián se encuentra la iglesia Santa Bárbara (foto B11), con su muy característico color azul oscuro, fue construida en 1861 para sustituir a un ermita del siglo XVI. En 1750 el papa Benedicto XIV nombra a Fray Justo de Valencia como Director Perpetuo de la Capilla, y desde entonces comenzó una disputa entre las cofradías de Santa Bárbara y La Inmaculada Concepción, sobre la titularidad del templo.  En 1808 se creó la parroquia de Santa Bárbara, sin embargo, en 1812 ¡se nombró a La Inmaculada Concepción como patrona! El cura párroco para 1861, José Antonio Rincón, junto con su tocayo, el gobernador del estado, José Antonio Serrano, se acordó la construcción de un templo para sustituir a la ermita. Esta obra se hizo con aportes de la feligresía y se terminó en 1888 por el padre Joaquín Piña (10).

En una placa de mármol en la pared exterior hay un soneto que dice así A la Inmaculada. Perlas bajo el mar sus ondas cría // flores en el vergel la primavera, // y en derredor de la brillante esfera // vívidas galas el naciente día…
Mas ni el tesoro de la mar bravía, // ni la rosa gentil de la pradera, //  ni los celajes de la luz primera // tan puros nacen cual nació María.
Fruto de casto amor y estéril seno, // cuando la luz nació, su tierno lloro // quiso el mundo enjugar de encantos lleno:
El mar la coronó con su tesoro, // con sus guirnaldas el vergel ameno // y el firmamento con celajes de oro. Maracaibo, 7 de diciembre de 1865. Ildefonso Vásquez. Esta lápida fue grabada por orden del ejecutivo del estado Zulia. 27 de mayo de 1940.

Fecha fotos
02.01.2008

Origen de la Virgen de Chiquinquirá

Hacia 1560, el conquistador Antonio de Santa Ana, quien tenía a su cargo las poblaciones de Suta y Chiquinquirá, en el hoy Departamento de Boyacá, quiso colocar una imagen de la Virgen del Rosario en una capilla en Suta. Para tal fin confió dicha tarea a su asistente, llamado Andrés Jadraque, quien viaja a Tunja y le pide al artista Antonio de Narváez que pinte a la Virgen en un fino lienzo, y como sobraba espacio a los lados, el asistente del gobernador pidió al pintor que colocara a San Antonio por ser el santo de su jefe y a San Andrés por ser su propio santo. La imagen estuvo varios años en Suta, donde se fue deteriorando. El párroco del lugar, el padre Juan Alemán de Leggisamo, viendo el mal estado de la pintura, se la devolvió a Antonio de Santa Ana, y éste la envió a Chiquinquirá. Por cierto, Chiquinquirá en idioma muisca significar Lugar de niebla. Así pues llegó en 1585 la imagen del la Virgen del Rosario a este caserío colocándola en una capilla muy sencilla. El lugar era muy poco usado, es más, ya la imagen casi no se veía y los indígenas utilizaron el lienzo como tamiz para secar el trigo al sol. Tiempo después, María Ramos, cuñada de Antonio de Santa Ana venida de España, tuvo problemas con su esposo (Pedro, hermano de Antonio) y se fue visitar por un tiempo a Catalina García, esposa del ya fallecido Antonio, quien vivía en Chiquinquirá donde se había retirado en su viudez. María le pidió a Catalina le indicara un lugar donde ella pidiera orar con tranquilidad y ésta le señaló la capillita donde estaba el lienzo, sucio y deteriorado. María, con la ayuda de una sirviente de la casa, Ana Domínguez, ordenan el lugar y luego de limpiar el lienzo lo colocan en una de las paredes. María, fiel devota de la Virgen del Rosario, siempre le pedía que se le manifestara, hasta que el 26 de diciembre de 1589, saliendo de la capilla, se encontró en la puerta con una india llamada Isabel quien le informó que la imagen de la Virgen despedía una luz muy intensa, observando cómo la imagen y el lienzo se habían renovado. Así comenzó el culto a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá (11).

1.3. Avenida El Milagro.
 

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